Autor: Norman Geisler
¿CÓMO RECIBÍAN LOS PROFETAS SUS MENSAJES DE PARTE DE DIOS?
De diversas maneras. Algunos, por medio de sueños (cf. Génesis 37:1,11); otros, tenían visiones (d. Daniel 7); y algunos, escuchaban una voz audible (cf. 1 Samuel 3) o una voz interior (cf. Oseas 1; Joel1); otros, recibían revelaciones de ángeles (cf. Génesis 19:1,29); algunos, por medio de milagros (cf. Éxodo 3); y otros, echando suertes (cf. Proverbios 16:33). El sumo sacerdote usaba unas piedras preciosas, conocidas como «urim y el tumim» (Éxodo 28:30). A otros, Dios les habló a través de la naturaleza, mientras meditaban sobre su revelación (cf. Salmo 8; 19:1,6). Por diversos medios, como lo expresa el autor de la carta a los Hebreos: «Dios, que muchas veces y de varias maneras habló a nuestros antepasados en otras épocas por medio de los profetas» (Hebreos 1:1).

