Autor: Norman Geisler & Ravi Zacharias
¿QUÉ ES LO INSPIRADO EN LA BIBLIA, LAS PALABRAS MISMAS O LAS IDEAS?
Hay numerosas escrituras que hacen evidente que el centro de la revelación y de la inspiración es la Palabra escrita, (escrituras proviene de la palabra griega ‘grapha’), no simplemente la idea o el escritor, sino la escritura propiamente dicha. Noten la referencia a la revelación o inspiración divina que aparece en «la Escritura» (2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:20-21), «(palabras) que enseña el Espíritu» (1 Corintios 2:13, é.a), «el libro de la ley del Señop> (2 Crónicas 34:14), «puso (las) palabras (del Espíritu del Señor) en mi lengua»
(2 Samuel 23:2, é.a), «mis palabras» (lsaías 59:21) y «las palabras que por medio de los antiguos profetas el Señor Todopoderoso había enviado» (Zacarías 7:12).
Cuando se refiere al Antiguo Testamento como la Palabra de Dios, el Nuevo la mayoría de las veces usa la introducción «Escrito está» (d. p.ej. Mateo 4:4,7,10). Jesús describió esta palabra escrita como «toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mateo 4:4). Tan importantes eran las palabras exactas de Dios que, a Jeremías, se le ordenó: «Así dice el Señor: «Párate en el atrio de la casa del Señor, y di todas las palabras que yo te ordene a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa del Señor. No omitas ni una sola palabra»» (Jeremías 26:2). Por lo tanto, no era cuestión de que los hombres tuvieran la libertad para afirmar la palabra de Dios con sus palabras; la elección misma de las palabras era de Dios. Éxodo 24:4 describe cómo «Moisés puso entonces por escrito lo que el Señor había dicho». En Deuteronomio, Moisés escribe: «Por eso (yo, Dios) levantaré entre sus hermanos un profeta como tú; pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande» (Deuteronomio 18:18, é.a).
Dios, a veces, elegía enfatizar incluso los tiempos verbales. Jesús dijo: «Pero en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que Dios les dijo a ustedes: «Yo soy (no dice ‘yo era’) el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob»? Él no es Dios de muertos, sino de vivos» (Mateo é.a). En Gálatas 3:16, Pablo basó su argumento en un sustantivo singuIar contra uno plural, cuando puntualiza: «La Escritura no dice: «y a los descendientes», como refiriéndose a muchos, sino: «y a tu descendencia», dando a entender uno solo, que es Cristo».
Aun una letra (la letra s, por ejemplo) puede ser determinante. Es más, Jesús llegó a afirmar que partes de las letras eran inspiradas. En español, si no ponemos una línea sobre la letra t, podemos confundirla con una i. Por eso Jesús dijo:
«Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido» (Mateo 5:18).
