Isha – Salmos

DÍA 120 – Salmo 83
Dosis: Victorias
Entre Cánticos
“Que sepan que tú eres el Señor, que ése es tu nombre; que sepan que sólo tú eres el Altísimo sobre toda la tierra.” (Salmo 83:18) (NVI)
Al parecer, este salmo fue escrito por un descendiente de Asaf durante un ataque enemigo en tiempos del rey Josafat. Los reyes de Moab, Amón y otras naciones se reunieron para pelear contra Judá. El rey Josafat se atemorizó ante las noticias y rogó a Dios su guía. También ordenó que todo Judá ayunara. ¡Qué bueno es cuando todos nos unimos en una misma causa delante de Dios! ¿Cuándo fue la última vez que oraste con otros por una causa en particular?
Josafat entonces oró al Señor una súplica parecida a la de este salmo, y mientras lo hacía, el Espíritu descendió sobre uno de los hombres que estaban allí: Jahaziel, hijo de Zacarías. Dios le dio un mensaje de valor para el pueblo. Les pidió que no tuvieron miedo sino que marcharan contra ellos al día siguiente. En pocas palabras les dijo: “Yo estaré con ustedes”. El proceso de cimentar nuestra confianza en Dios en circunstancias adversas a menudo es complicado. Pero Dios mismo nos lleva de la mano para experimentar en fe su paz y su poder. Por eso te dice hoy. “No importa las batallas que enfrentes, estaré a tu lado.”
Josafat y el pueblo adoraron, y al día siguiente, salieron a la batalla. Pero ¿sabes qué hicieron? Enviaron a los cantores del templo por delante. Ellos entonaban un salmo: “Den gracias al Señor; su gran amor perdura para siempre”. ¿Te imaginas ganar una guerra con música? Dice la Biblia que tan pronto empezaron los cánticos, Dios puso emboscadas entre los enemigos. ¡Se pelearon entre ellos! Así que cuando llegaron los israelitas, vieron que todos sus enemigos estaban muertos. Se habían matado unos a otros. Recogieron botín, que tardaron tres días en colectar, y al cuarto día se reunieron en el Valle de la Bendición donde dieron gracias a Dios. Cuando volvieron a Jerusalén, ¡lo hicieron cantando!
La próxima vez que enfrentes una batalla, acude a Dios en oración, y luego canta salmos a su nombre. Él se encarga de tus enemigos. A ti solo te tocará recoger botín y luego dar gracias en el Valle de la Bendición. El mismo Dios de Josafat es el que hoy está contigo. Solo recuerda que al pedir ayuda a Dios, puedas decir como el salmista que lo único que buscas es que los demás sepan que el Señor es el único Dios, y que su nombre sea reverenciado.
Oración: Señor, gracias porque nos das victoria en medio de las más complicadas circunstancias. Quiero usar los salmos y los cánticos antes de salir a batalla y después de obtener la victoria. Amén.
De Vergara, P. A., de Vera, A. D., & Harris, K. O. (2012). Isha-Salmos: Una dosis diaria de fe para ti. (P. A. de Vergara, Ed.) (Primera Edición, p. 136). Lima, Perú: Ediciones Verbo Vivo.