Hombre Reformado

Serie: Grandes Doctrinas De La Biblia
2. LA NATURALEZA Y LOS ATRIBUTOS DE DIOS

R.C.Sproul
Cuando la Biblia declara que Dios es el Creador del universo nos está señalando que Dios mismo no ha sido creado. Existe una diferencia crucial entre el Creador y la creación. La creación tiene el sello del Creador y es testigo de su gloria. Pero esta creación nunca será digna de adoración. No es suprema.
Es imposible que algo se cree a sí mismo. El concepto de la auto-creación es una contradicción de palabras, es una afirmación carente de sentido. Le solicito al lector que se detenga y reflexione un poco. Nada puede auto-crearse. Ni siquiera Dios puede crearse a sí mismo. Para que Dios se creara a sí mismo debería haber sido antes que Él. Ni siquiera Dios puede hacer eso.
Todo efecto debe tener una causa. Esto es cierto por definición. Pero Dios no es un efecto. Él no tiene principio y por lo tanto no tiene ninguna causa precedente. Él es eterno. Él siempre ha sido o es. Él tiene, dentro de sí mismo, el poder de ser. No necesita de ninguna ayuda de recursos externos para seguir existiendo. Esto es lo que significa la idea de la preexistencia. Reconocemos que se trata de un concepto elevado y tremendo. No conocemos nada que se le parezca. Todo lo que percibimos en nuestro marco de referencia es dependiente y ha sido creado. No podemos entender cabalmente algo que sea preexistente.
Pero solo porque sea imposible (por definición) que una criatura sea preexistente no significa que sea imposible que el Creador sea preexistente. Dios, como nosotros, no puede crearse a sí mismo. Pero Dios, a diferencia de nosotros, puede ser preexistente. En realidad esto constituye la esencia misma de la diferencia que existe entre el Creador y la creación. Esto es lo que lo convierte en el Ser Supremo y en 1a fuente de todos los demás seres.
El concepto de preexistencia no viola ninguna ley racional, lógica o científica. Es una noción racional válida. Por el contrario, el concepto de la autocreación viola la más básica de todas las leyes racionales, lógicas y científicas – – la ley de la no contradicción. La preexistencia es un concepto racional; la autocreación es irracional.
La noción de que algo sea preexistente no es solo racionalmente posible, es racionalmente necesaria. Nuevamente, la razón exige que si algo es, entonces debe haber algo que contenga dentro de sí mismo la capacidad de ser. De lo contrario no había nada. Si no hubiese algo que existiera en sí mismo, nada podría existir.
Posiblemente la pregunta más antigua y más profunda sea: ¿Por qué hay algo en vez de nada? Una respuesta necesaria para al menos parte de la pregunta es porque Dios existe. Dios existe
en sí mismo eternamente. Es el origen y la fuente del ser. Solo El tiene, dentro de sí mismo, el poder de ser. Pablo declara que nuestra propia existencia depende del poder del ser de Dios: «Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos» (Acts 17:28).
Resumen
1. Todo efecto debe tener una causa.
2. Dios no es un efecto; Dios no tiene causa.
3. La autocreación es un concepto irracional.
4. La preexistencia es un concepto racional. .
5. La preexistencia no es solamente posible sino que es racionalmente necesaria.
Pasajes bíblicos para la reflexión

R.C. Sproul
El Dr. R.C. Sproul fue fundador de los Ministerios Ligonier, pastor fundador de Saint Andrew’s Chapel en Sanford, Florida, primer presidente de Reformation Bible College y editor ejecutivo de la revista Tabletalk. Fue reconocido en todo el mundo por su articulada defensa de la inerrancia de las Escrituras y la necesidad de que el pueblo de Dios se mantenga con convicción en Su Palabra. Su programa de radio, Renewing Your Mind (Renovando Tu Mente), se sigue emitiendo diariamente en cientos de emisoras de radio de todo el mundo y también se puede escuchar en línea. Escribió más de cien libros, incluyendo La santidad de Dios, Escogidos por Dios, Todos somos teólogos, Moisés y la zarza ardiente, Sorprendido por el sufrimiento, entre otros.
ARTÍCULO TOMADO DE: http://www.hombrereformado.org/grandes-doctrinas-de-la-biblia—r-c-sproul